Arte en Bruto
Arte en Bruto
Con este concepto Arte Bruto, y en todas las acepciones de “bruto” se expresa la esencia de esta obra que se enmarca en el arte abstracto.
Bruto como algo desmedido, ya que son cuadros en formato de grandes dimensiones, que en general alcanzan proporciones de más de 1,50 m x 1,50 m, aunque hay algunas piezas más pequeñas. También en cuanto al peso que adquieren algunas piezas, que pueden llegar hasta 50 o 60 kilos.
Bruto también en su acepción de rudeza y tosquedad, por la sensación casi táctil que transmiten a la vista la mezcla de materiales tan diversos como el hierro, la madera y la tela, con la que se construyen volúmenes y texturas que se salen del cuadro.
Y Bruto como algo en su estado natural, con un estilo contenido, muy pegado a la materia prima originaria y con pocos artificios.
El Corazón en el Centro
En contraste con la aparente contundencia, la motivación y la esencia de la obra se expresa en una seña de identidad que aparece en todos los cuadros: los corazones. Grandes y pequeños, en todos los colores y materiales, más o menos visibles… este leiv motiv habita todos los cuadros como una declaración de emotividad explícita en cada trazo.
Estos corazones y otra mucha simbología que aparece en los cuadros “rompen” la abstracción y la aderezan con elementos figurativos.
La creación se lleva a cabo en series temáticas que integran una producción de un número de cuadros no necesariamente definido. Todos con un mismo hilo conductor, que en cada pieza se interpreta en perspectivas múltiples y poliédricas, pero conforman un todo unitario.
Técnicas y Materiales
Los cuadros se realizan en bastidor sobre tabla o en bastidor sobre algodón en crudo reutilizado. Es el mismo autor quien se encarga de hacer los bastidores de madera en pino o en haya y lo entela o lo prepara en tabla.
Las obras se trabajan con técnicas mixtas, utilizando el collage, la pintura plástica, las aplicaciones de tejidos y materiales propios de la construcción… saliéndose de los patrones habituales y adentrándose en una búsqueda propia de sensaciones plásticas.
Las pinturas se caracterizan por el afán de lograr volúmenes y texturas, lo que hace que las obras se trabajen casi como esculturas. Para conseguirlo se utilizan materiales muy variados. Sobre todo, las telas; experimentando con las aplicaciones y superposiciones. También destaca la presencia del hierro, que conecta los sus orígenes vascos y familiares del artista. Este material está también muy presente en numerosas obras, ya sea como figuras o aplicaciones que recorren y/o atraviesan el cuadro, como a través del uso de técnicas de oxidación.
Estas tonalidades neutras conviven con cuadros de gran colorido en tonos rojos, naranjas, amarillos… que nos ligan a los elementos naturales: la tierra, el aire, el fuego, el mar….
El significado de los cuadros está muy vinculado a la dinámica de los procesos de construcción de los objetos, las emociones y la vida.
Su patrón de trabajo es propio de un autodidacta, con un proceso creativo que es siempre una búsqueda, en algunos casos partiendo de un boceto inicial y en otros retándose a conseguir un volumen o efecto e investigando sobre los materiales hasta lograrlo.
Bastidores Rojos
Brutus también identifica su obra por el revés del bastidor y siempre en color rojo. Simbólicamente este hecho determina su pasión por la pintura y la vida.